El jabón ya era utilizado desde el año 2.800 a.C De esta época data un material jabonoso encontrado en unos cilindros de arcilla durante una excavación arqueológica en la ciudad de Babilonia. En estos cilindros había unas tallas que describían el proceso de hervir las grasas con ceniza, método ancestral de fabricación de jabón.
Durante la edad media el jabón era un artículo muy caro, por lo que su empleo era limitado. Recién en el siglo XIX que se difundió el uso del jabón en Europa y luego en el resto del mundo.
Tanto los jabones de tocador como los detergentes parten de la misma base, la diferencia está en que los jabones se fabrican a partir de sustancias naturales, como grasas animales y vegetales, mientras que los detergentes se elaboran a partir de materias primas sintéticas. El jabón es básicamente una sal obtenida de las grasas, que resulta soluble en el agua. La saponificación es la reacción de una solución alcalina con las grasas animales y vegetales (sebo y aceites) ¿Por qué hace jabón?
Porque el aceite que sobra en el hogar y se tira por el fregadero termina en nuestros ríos. Una vez allí forma una película que no permite la oxigenación y destruye peces y plantas acuáticas. Un litro de aceite contamina 50.000 litros de agua.
Materiales que hacen falta para fabricar jabón:
- Aceite comestible usado de cualquier clase: soja, girasol, semillas, oliva. etc. Hay que pasarlo por un colador muy fino para quitarle las impurezas.
- Un Tacho plástico de pintura (25 litros)
- Palo de madera para revolver.
- Moldes de plástico
- Agua.
- Sosa cáustica. (Hidróxido sódico).
- Sal común.
- Medio vaso de lavavajillas para darle aroma al jabón.
CÓMO HACER EL JABÓN CASERO 1
- Guardar el aceite usado hasta juntar dos litros y medio.
- Llenar un tacho con dos litros y medio de agua. Para fabricar panes de jabón de colores se puede añadir al agua colorante de tortas.
- En un ambiente ventilado y con la ayuda de un palo, diluir en el agua medio kilo de sosa cáustica y un puñado de sal. Se producirá una reacción química (calor) que requiere algunas horas hasta que se enfrié . La sosa cáustica es un material que daña la piel si se pone en contacto directo con ella. Por eso es recomendable utilizar guantes y lentes protectores, así como intentar no respirar los vapores.
- Se vierte lentamente el aceite sobre la mezcla líquida revolviendo en forma permanente (siempre para el mismo lado, porque de lo contrario se puede "cortar" el jabón). Si quiere hacer jabón con esencias añada hierbas aromáticas u otros tipos de aromas naturales (Vainilla, etc.).
- Cuando la mezcla se espesa, se echa en los moldes y se deja endurecer durante varios días Si tiene ansiedad por ver como salen los jabones puede acelerar el proceso colocando algunos panes en el congelador.
- Se sacan los jabones de los moldes. También se puede echar la mezcla en una bandeja grande. Se la deja reposar y antes de que se quede totalmente dura se corta en pastillas. Para que resulte más cómodo despegar los moldes se los puede enharinar o cubrir con aceite.
CÓMO HACER EL JABÓN CASERO 2
En un recipiente, como puede ser una jarra de plástico o cristal, mezclamos el agua y la sosa. La dejamos unos minutos para que se deshaga. Es importante tener mucha precaución al manipularlo ya que si salpica en la piel puede ocasionarnos graves quemaduras.
En una olla ponemos el aceite colado y libre de impurezas. Lo mantenemos en el fuego hasta llevar casi a ebullición. Con un palo o una cuchara de madera vamos removiendo el aceite mientras añadimos poco a poco el agua de sosa. Durante el proceso de cocción no pararemos de remover siempre en el mismo sentido ya que si cambiamos el aceite se subirá arriba y nos costará más trabajo volver a mezclarlo con el agua.
Removemos y seguimos añadiendo agua de sosa hasta conseguir una pasta homogénea y solidificada. Nos daremos cuenta de que está terminado cuando, al sacar la cuchara o palo de la olla, salga limpia y libre de restos de pasta adherida. Si no es así, continuaremos añadiendo agua y removiendo.
Una vez que ha tomado la solidez suficiente, y antes de retirarlo del fuego, añadimos la lejía y el detergente en polvo y lo removemos cinco minutos más. Estos dos últimos componentes son opcionales y se le echan para conseguir un jabón mas eficaz y espumoso. Antes de que empiece a enfriarse, lo vaciamos en un recipiente de plástico como una fiambrera y esperamos hasta el día siguiente. Sólo nos queda vaciar el molde, cortarlo en pedazos con un cuchillo y guardarlo envuelto en plástico hasta que necesitemos gastarlo.
Las dos recetas son muy parecidas pero me ha parecido interesante publicar las dos porque tienen detalles que se complementan. Al final uno extrae más información si tiene más ejemplos y, si además, hay formato visual, mejor que mejor.