sábado, 11 de octubre de 2008

8. Germinados

La germinación representa la técnica más efectiva para aportar a nuestro organismo energía vital concentrada. Los procesos industriales de refinamiento de los alimentos ocasionan carencias en los mismos que, a la larga, pueden acabar afectando a nuestro organismo; la adición de los germinados a nuestra dieta puede prevenir estas ausencias. Así como las plantas verdes regeneran el aire que nos rodea, los germinados sanean nuestro cuerpo por dentro.

Son en sí mismos un concentrado de sustancias generadoras de salud, elementos que la vida elabora de forma mucho más perfecta que un complejo laboratorio. Y son los alimentos menos contaminados que se puedan encontrar. Si un grano germina, es que tiene calidad suficiente para hacerlo, porque a cierto nivel de degeneración, las plantas dejan de ser capaces de reproducirse.

Personas con problemas digestivos, y enfermos convalecientes, que no pueden alimentarse con los demás alimentos crudos, pueden, sin embargo, comer germinados. Su riqueza enzimática facilita la absorción por el organismo y no ocasiona leucocitosis postpandrial (aumento de la cantidad de leucocitos en la sangre).

El consumo de germinados no genera ácido úrico. Pueden tomarlos tranquilamente las personas que padezcan gota. Los germinados contienen mucha vitamina C y, por lo tanto, una persona que no esté acostumbrada a consumirlos y cuya dieta no sea rica en fruta fresca puede sentir efectos estimulantes. Por esta razón, el consumo de estos alimentos proporciona más vitalidad, y hace que desaparezcan el cansancio y los problemas digestivos. Los germinados son el alimento idóneo para cualquier persona. No hay limitaciones de edad; son tan adecuados para los niños como para los ancianos.

Los germinados en la cocina
Algunas personas consideran que los germinados, en general, son un poco sosos. Encuentran que, como a la lechuga sola, les falta "algo" para excitar nuestro apetito. Tal vez una cocina demasiado cargada en especias y condimentos disminuye cierta sensibilidad gustativa y, por tanto, se hace más difícil poder apreciar sabores más sutiles.

Pero, en general, aunque sobre gustos no hay nada escrito, las personas con un mínimo de sensibilidad aprecian su sabor y los encuentran deliciosos. Los germinados pueden consumirse tal cual en la ensalada, bien aliñados o acompañados de salsas o frutas que cubran esta necesidad de sabor que experimenta el organismo.

Para cocinar no es necesario cocerlos, pues este proceso les quita su cualidad de alimento vivo, y su potencial de enzimas, vitaminas y sustancias biológicas se reduciría prácticamente a cero.

¿Sabías qué...?
Encontramos la descripción de las sencillas técnicas de germinación en las Escrituras de los Esenios, que vivían en Israel y Egipto en tiempos de Cristo. En tiempos no tan lejanos, tanto Vasco de Gama como Magallanes pudieron realizar sus largas travesías gracias a los germinados, que protegían a su tripulación del escorbuto.

Hoy en día, el consumo de germinados ha ido en aumento gracias a que se ha estado distribuyendo mayor información acerca de sus características y virtudes. Este germinado se elabora con semillas de alfalfa, soya, trigo u otros vegetales y ya es parte importante de la dieta diaria de muchas personas, gracias al valor nutricional que este alimento aporta, así como su frescura y fácil digestión.

Se cree que los primeros usos de este alimento, se remontan unos 6 mil años atrás, en China, en donde, además de alimento, se empleaba también para remediar enfermedades. En occidente, comenzó a alimentar a las personas del siglo XVIII, cuando los marinos y expedicionarios generalizaron su consumo, tanto por su facilidad de conservación, así para prevenir enfermedades como el escorbuto.

En América y Europa, la ingesta de este alimento es cada día mayor, ya que se han descubierto un sin fin de propiedades benéficas para el organismo, como que contiene altos índices de vitaminas, minerales, proteínas y clorofila, que combinado ayuda a evitar el envejecimiento (antioxidantes), eliminar toxinas, estimular el sistema inmunológico, regular la actividad intestinal y mejorar el desempeño del sistema nervioso.

La mayoría de las semillas son complicadas incluso algunas, imposibles de consumir en su forma original, por tal motivo es necesario molerlas, cocerlas, asarlas u hornearlas para facilitar su asimilación y absorber sus nutrientes de manera adecuada. Pero cuando un grano germina, se convierte en un alimento fácilmente asimilable que libera todos sus nutrientes encapsulados y aumenta de forma espectacular su valor nutritivo.

Al germinar, los brotes pueden aumentar su peso en 600% y su volumen en 2,900% (70 % del total puede ser agua). Ahora, los germinados que se elaboran con soya, duplican su contenido de vitamina A sólo a dos días de haber iniciado su crecimiento, en tanto los que son de trigo incrementan en 600% su proporción de vitamina C y triplican la vitamina E en sólo cuatro días.

Al momento de que estas semillas liberan una sustancia llamada diastasa, que cuando entra en contacto con la condiciones de humedad, calor y oxígeno adecuados, se activan y sufren cambios benéficos al momento de ingerirlos:

-“Predigieren” a las sustancias nutritivas contenidas en la semilla.
-Transforman a las proteínas complejas en aminoácidos, algunos de los cuales son imprescindibles para el ser humano.
-Permiten la liberación y multiplicación de sales minerales.
-Ayudan a la formación de vitaminas.
-Convierten a las grasas comunes en ácidos grasos (ayudan a la salud de las venas, arterias y corazón).
-Hacen que el almidón se transforme en maltosa y dextrina, azúcares más simples que exigen menos esfuerzo al aparato digestivo y liberan energía más rápido.
-Desencadena la formación de clorofila, compuesto desintoxicante que permite la transportación de oxígeno a las células.

Es de destacar, que los germinados, al momento de consumirlos son de los pocos alimentos que ingerimos cuando aún están vivos, y ello es un factor determinante para que su valor nutricional se mantenga intacto hasta el momento de llegar a nuestros platos.

Nutrida Variedad.

Aunque muchos tipos de semillas pueden convertirse en germinados, los más apreciados por su textura y buen sabor son los obtenidos de soya, alfalfa y trigo, seguidos por los de cebada, rábano, lenteja, chícharo, calabaza, cebada, ajonjolí, alubia (frijol blanco), mostaza y girasol. Además, son tan versátiles que se pueden comer crudos, en ensaladas, bocadillos, salsas, guarniciones y tortilla de huevo, así como en sopa de verduras y platillos orientales. Por lo general, cuando forman parte de una receta se recomienda añadirlos al final para que no pierdan sus propiedades.

El contenido nutricional de las semillas germinadas es equiparable al de las frutas y verduras, pero las superan en cuanto a su riqueza enzimática y en clorofila, muy importante por su acción antianémica, revitalizante y antitóxica. Todo ello los convierte en alimentos completos que pueden contribuir a corregir las carencias de la alimentación moderna. Los principales nutrientes que encontramos en los germinados son:

Aminoácidos Esenciales, Vitamina C, Betacaroteno, Complejo B, Vitamina E, K, Clorofila, Calcio, Potasio, Hierro y Diastasas.

Es ya un hecho que los germinados son un alimento muy completo y saludable, que se consume sin problema alguno y que además contribuyen a mantenernos en forma; todo el año se tiene acceso a ellos en su forma más fresca. Por ello, no esta de más incluirlos en su plato de forma continua, mezclándolos en varias formas y así comprobar que aportan muchos beneficios nutricionales para usted y su familia. Los germinados son únicos ya que están disponibles en cualquier época del año y en cualquier lugar del mundo. Su ciclo de cosecha es de tan solo una semana y su rendimiento muy grande. Con un solo kilo de semillas de alfalfa se producen entre 10 y 14 kilos de germinados frescos.

image image

Propiedades nutricionales

Las propiedades nutricionales de los germinados son altísimas Por ejemplo en cuanto a proteínas, los germinados de alfalfa, girasol y rabanito poseen un 4%, mucho más que muchas verduras. Los germinados de soja o de guisantes, con un 27% de proteína son comparables al porcentaje de la carne, la leche y los huevos, pero sin el gran contenido en grasa.

Los germinados de cereales y algunas semillas como el trigo y las pipas de girasol, son ricos en grasas. Mientras la grasa de la harina y el germen de trigo se enrancian muy rápidamente, las grasas en los germinados duran semanas. El tan afamado aceite de germen de trigo es roto en fracciones de ácidos grasos esenciales de los cuales más de un 50% es Omega 6. Mientras que el aceite de girasol es la mejor fuente de ácidos omega 6, los germinados de girasol hacen esas grasas más digestivas y asimilables.

Propiedades terapéuticas

Los germinados son sobradamente conocidos porque ayudan a prevenir enfermedades.

  1. Favorecen los procesos de desintoxicación y depuración.
  2. Fortalecen el sistema inmune.
  3. Combaten la acción de los radicales libres.
  4. Estimulan la secrección del páncreas.
  5. Facilitan la digestión al activar los procesos de regeneración y desinflamación del aparato digestivo.
  6. Mejoran el funcionamiento intestinal y fortalecen la flora intestinal.
  7. Rebajan el índice de colesterol.

Favorecen en general el metabolismo por su acción reconstituyente.

8 comentarios:

  1. Que buen artículo, la verdad considero que los germinados son una excelente opción para sustituir algunos alimentos de la canasta familiar que nos resultan mas costosos, además son beneficiosos para las familias que no tienen recursos económicos para comprara una libra de carne por ejemplo, pero si pueden sustituir ésta proteína con un alimento de alto valor nutricional como los germinados.

    ResponderEliminar
  2. necesito urgente comunicarme con ustedes soy de venezuela me llamo michael mi correo es sanmicha@hotmail.com

    ResponderEliminar
  3. Mi nombre es Carolina Sierra B.

    Soy estudiante de X semestre de Ingeniería Agroecológica en Bogotá- Colombia y pienso desarrollar mi tesis en germinados para consumo humano evaluando todos sus aspectos, tanto biológicos, químicos, físicos , económicos y ambientales. Por ésta razón les pido el favor me facilitarán información acerca del tema.

    Mi correo es karitoagro@gmail.com
    Agradezco su atención a la presente y estaré en espera de su respuesta.

    ResponderEliminar
  4. mi nombre es sonia:
    me parece muy importante este articulo, pues he estado buscando nuevas alternativas para poder alimentarme ya que padezco algunas enfermedades que han aminorado mi rendimiento fisico y laboral. Agradeceria que me ayudaras con la siguiente información ¿puedo sustituir los germinados por productos carnicos?
    Gracias por su atención espero que puedan contestarme. Mi correo es sonia-adorable@hotmail.com Gracias.

    ResponderEliminar
  5. hola soy de venezuela necesito urgentemente comunicarme con ustedes, esperndo pronta respuesta

    MI correo es: crisalidacricri@hotmail.com

    ResponderEliminar
  6. Hola, soy William de Perú, he trabajado durante 20 años la aplicación del germinado de maiz para recuperar a los miños, adolescentes y adultos de la desnutrición con muy buenos resultados, el germinado de maiz proporciona ademas de las anzimas predigestivas, una rica fuente de polidextrinas que son carbohidratos de cadena mediana, los cuales son absorvibles en un porcentaje muy alto en este tipo de personas. email wiro69@hotmail.com

    ResponderEliminar
  7. Nota del webmaster:
    Para facilitar el contacto directo con el/la responsable del blog, se recomienda hagan llegar sus consultas al mail de contacto: blatchan@gmail.com explicando el motivo de su consulta.
    Recordemos que esta página es un blog, no un foro.
    Gracias por su colaboración,
    webmaster.

    ResponderEliminar
  8. hola....!!!! me podrian ayudar con el autor que escribio este blog necesito para mi tesis.
    gracias
    mi correo es katyvico@hotmail.com

    ResponderEliminar

Si quieres opinar sobre el tema, deja tu mensaje aqui: